El insecticida utilizado en la termonebulización se pulveriza en el aire a través de un agente dispersante, normalmente oleoso. Se utiliza gas caliente para calentar el agente dispersante que se calienta y vaporiza. Al salir de la boquilla, el vapor choca con el aire más frío y se condensa para formar una nube densa blanca de niebla.
La termonebulización, o pulverización en el aire, es la aplicación de un insecticida líquido que se dispersa en el aire en forma de cientos de millones de gotitas diminutas de menos de 50μm (micras) de diámetro. Solamente es eficaz mientras las gotas se mantengan suspendidas en el aire.
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